Día de muertos

LOS TIPOS DE TEXTO 

Para esta actividad la maestra nos pidió investigar cuales son los distintos tipos de texto como son: Texto Narrativo, Descriptivo, Expositivo, Científico, Argumentativo, Instructivo, Histórico, Jurídico, Periodístico, etc. 

Después de revisar esta investigación en clase y ver la importancia de cada uno, la tarea consistió en realizar un texto el cual tendría como tema principal el "Dia de muertos".  💀👻

Para ello realicé la  narración sobre una experiencia que tuve cuando trabajaba en CONAFE. 

Los y las invito a que la lean.  💀  

La ofrenda olvidada

 

El día de muertos es una fecha muy especial, de esas que no se olvidan y yo tengo un bello recuerdo que nunca olvidaré.

Recuerdo aquel lunes 2 de diciembre de 2013, ya había pasado un mes del día de muertos, las ventanas ahora estaban adornadas con dibujos navideños, aunque en algunas se quedaron debajo las figuras de papel picado, quizá quien se encarga de adornar tenía pereza de quitarlas, o pensó que se verían bien las nochebuenas con un fondo de color naranja o morado.

Mientras planeaba las últimas actividades del año escuché una voz llamándome, era Armando, mi jefe y como a él no le gusta esperar cerré mi cuaderno y subí a la oficina, Armando, estaba ahí con otros compañeros y entonces me preguntó por qué mi instructor Toño andaba muy tranquilamente en el mercado, yo no sabía nada, imaginaba que se encontraba en su comunidad dando clases.

Cuando eres instructor comunitario “maestro rural de CONAFE”, tienes casi prohibido salir de la comunidad, a menos que sea fin de semana o que haya reunión en la oficina.

Al salir de la oficina, tomé el celular y comencé a llamarle pero no me contestó, en esa semana debíamos visitar alguna de las comunidades que teníamos a nuestro cargo, así que hablé con Armando y le dije que iría a la comunidad de Cruz Santa, Pahuatlan, a investigar qué había pasado con Toño.

En cuanto llegué a casa después de comer preparé mi maleta, la comunidad a donde iría está muy alejada así que debía salir muy temprano.

Al día siguiente me tuve que levantar a las 4:30 a.m. desayuné café con pan y me arreglé para salir en el camión de las 5:30 que va a Tulancingo Hidalgo, aunque yo tendría que bajar antes para trasbordar al camión que me llevaría a Pahuatlan.

Después de casi dos horas de viaje era momento de bajar y esperar el siguiente camión el cual llegó a las 7:30 y todos comenzamos a subir, esta vez no tuve mucha suerte y tuve que viajar más de una hora de pie. En cuanto llegamos se sentía mucho frío pero no quise traer una chamarra más gruesa porque sabía que más tarde haría bastante calor. 

El camión que va la comunidad de La Cueva saldría en hora y media así que aproveché para ir a comer algo y comprar un poco de fruta ya que el camino sería largo. A las diez de la mañana subí al camión, nunca había ido a esa comunidad así que debía ir atenta para no pasarme, lo único que sabía era que tenía que bajar en la escuela secundaria y eso le dije al chofer, después de casi dos horas el chofer se detuvo y volteo para decirme, -aquí te bajas, la secundaria esta como a un kilómetro-. Di las gracias y me bajé.

Ahí no había ni una casa cerca solo veían montañas. Después de caminar como 45 minutos llegué a la secundaria y ahí había algunas casas alrededor, así que en una de ellas pregunté el camino para llegar a Cruz Santa y en seguida me dijeron por dónde y que tuviera mucho cuidado porque era un lugar muy solitario.

Así que seguí caminando sin detenerme, aunque los pies ya me dolían bastante solo pensaba en llegar a la comunidad pero cada vez se hacía más tarde y yo sentía que no avanzaba nada, no veía ni una sola casa, y por si fuera poco comenzó a llover a cantaros. Sentía que ya no podía seguir, estaba toda empapada y además el lodo no me deja avanzar; como pude seguí caminando sin detenerme, hasta que por fin pude ver la escuela, lo único que pensé es que por fin podría descansar un momento y cambiarme de ropa. 

En cuanto llegue comencé a tocar la puerta pero nadie salió, y en cuanto me asome por la ventana lo único que pude ver fue una ofrenda llena de moho y moscas por todos lados.

En ese momento sentí ganas de llorar, había caminado mucho, estaba cansada y no había nadie ahí, además ya era muy tarde y no sabía qué hacer ni a donde ir. Pero unos minutos después pasaron unos niños y su mamá que en cuanto me vieron me invitaron a su casa. En el camino les platique el motivo por el cual había ido y me dijeron que efectivamente el maestro Toño ya no había regresado, el ultimo día que estuvo en la escuela fue cuando puso la ofrenda.

En cuanto llegamos a su casa, la señora puso agua a calentar para que me bañara, mientras tanto me ofrecieron de comer. Después del baño estuvimos platicando por horas y mientras cenábamos me dijeron que Toño faltaba mucho, que el último día les dijo que tenía que estar urgentemente en la oficina, lo cual no fue así. Cuando pasó una semana y el no regresó se imaginaron que ya no volvería, pero eso ya no les era extraño. – A estas comunidades nadie quiere venir, los niños siempre se quedan sin maestro, mire (me dijo la señora mientras señalaba la pared), aquí solo vienen cuando hay campañas, entonces si nos toman en cuenta-. Y eso lo noté cuando en la pared de tablas vi que estaba clavada una lona de equis candidato, la cual ahora cubría un poco del aire frío.

Antes de dormir me prepararon un té de canela y otras hierbas para que no me fuera a dar gripe.

En cuanto terminé de tomar el té, la señora me indico dónde iba a dormir, los niños ya estaban acostados, entonces me dijo que esperaba que no tuviera mucho frío porque ya no tenía más cobijas, le dije que no se preocupara que yo llevaba una.

En eso uno de los niños se levantó y me llevó su cobijita. -ten, maestra para que no tengas frío-Lo abrace y le dije que no se preocupara que yo llevaba una más, él me sonrió y regresó a su cama con su mamá y su hermano. 

Aquel abrazó me hizo pensar que después de todo, no había sido un mal día.  

 

A la mañana siguiente en cuanto terminamos de desayunar, los niños me acompañaron a la escuela, uno de ellos se metió por una ventana para poder abrir, (la puerta no tenía seguro). Al entrar el olor a fruta y comida era muy fuerte así que lo antes posible comenzamos a tirar todo lo de la ofrenda y los niños se quedaron con los dibujos de cartón que decoraban el salón. En unas horas en el salón ya estaba limpio y ordenado para comenzar las clases.

 

Fin. 

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